Página once
Es el primero de los números maestros. El 11 es símbolo de la introspección, la intuición y el camino espiritual. Esta es una primera entrega de una serie de temas que abordaremos a través de Desde el Sur Digital.com.ar
Por Graciela Vázquez Moure
Cada día vamos descubriendo que eso que durante años llamamos “casualidad” no existe. Cuántas veces nos encontramos con alguien en el que estábamos pensando, nos sucede algo que habíamos visto que podría suceder, en fin tantas y tantas cosas que para muchos no tienen explicación y entonces… aparece la palabrita que encierra todo: casualidad.
En realidad a medida que el nuevo paradigma se afianza en nosotros nos damos cuenta que esas coincidencias que se tornan mágicas no son más que las conexiones que suceden en la vida de cada uno, sincronías.
Buscas una respuesta a algún pensamiento que aparece y de pronto en el lugar menos pensado está la explicación y ahí viene la sorpresa.
Si hay seres que han demostrado su sabiduría, uno de ellos ha sido el psicólogo Carl Jung, el fue quien se refirió a la sincronicidad. La explicación es que se producen una serie de sucesos simultáneos y es la unión del tiempo, es la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal». «Así pues, emplearé el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar». Jung incluso diferenciaba la sincronicidad de sincronismo que que “constituye la mera simultaneidad de dos sucesos».
Jung en la profundidad de sus investigaciones explicó que hay una íntima conexión entre el individuo y su entorno, que en determinados momentos ejerce una atracción que acaba creando circunstancias coincidentes, teniendo un valor específico para las personas que la viven, un significado simbólico.
No hay magia, no hay casualidad hay “sincronicidad” en eso que nuestra mente busca, llega en el momento que quizás ni siquiera esperamos, pero llega.
En este nuevo paradigma de un mundo complicado, de un planeta que cambia, de grandes crisis hay que estar atentos, en alerta para darnos cuenta de aquellos momentos que quizás no se repiten.
¿No les ha pasado estar hablando de algo, y minutos después aparece el mismo planteo en otro ámbito? Incluso con la respuesta a algún interrogante. Y si pasa, hay que estar atento.
Carl Jung fue un iluminado muchas de sus teorías tomaron especial interés en este nuevo milenio. Jung observó que una experiencia sincrónica suele aparecer en momentos no esperados, pero siempre en el momento exacto, cambiando incluso a veces la dirección de nuestras vidas e influyendo en nuestros pensamientos. Pero para que eso suceda, es básico estar atento a las señales y al mundo. Actúa además la Ley de Atracción.
Puede aparecer ese libro que necesitás, esa persona que debe estar a tu lado en el momento justo, esa palabra de aliento en momentos de desesperanza. Solo hay que estar atentos y el hecho sucede.
Es como un viaje al centro del sol para que se expanda el horizonte de la mente
y sobre todo del corazón.