“VIDA CON SABOR A EVANGELIO” LO PRESENTA HERNAN INGELMO EN NUESTRA CIUDAD
Por Graciela Vázquez Moure

El 19 de mayo se cumplen 30 años del fallecimiento de quien fuera el primer obispo de Neuquén. Jaime de Nevares. Un ícono de la justicia, la paz y el acompañamiento cercano a su pueblo, y a tres décadas de su muerte, sigue siendo inspirador cuando pensamos en una sociedad más justa y solidaria.
Don Jaime fue designado por Juan XXIII en 1961, cuando fue creada la diócesis en la provincia, y a partir de ese momento su recorrido siempre estuvo cercano a su pueblo. Reconociendo a Jesús entre los más necesitados.
Hernán Ingelmo es teólogo y es autor de “Vida con sabor a Evangelio” que será presentado el sábado 17 de mayo a las 18hs. en la biblioteca popular 9 de julio.

El autor de este libro que tiene textos inéditos, dialogó con Desde el Sur Digital y relató parte de su vida, vida muy cercana al obispo de Nevares “porque mi padre lo conoció de chico, era pupilo en el colegio Don Bosco que estaba a cargo de Don Jaime en Bahía Blanca” entonces relata Hernán que la vida años después, hizo que sus padres llegaran a Neuquén y allí siguió esa relación de almas que continuaron unidas.
“Para mi don Jaime fue como un abuelo-dice- y cuenta que es licenciado en teología, con estudios en Barcelona junto a los Jesuitas, recordó su vida como seminarista, fue sacerdote. Más tarde dejó su sacerdocio, viajó a la India. En Barcelona conoció a su esposa y formó una familia, tiene tres hijos y vive en la ciudad de Neuquén.
Hernán tuvo y tiene una nutrida actividad comunitaria en muchos ámbitos de la provincia y es Consultor Psicológico. En la charla resaltó que tardó 20 años en decidir editar este libro, que tiene el hilo biográfico del obispo, y su palabra centrada en 4800 manuscritos, sus homilías y anécdotas. La cercanía de Hernán Ingelmo a don Jaime le permitió acceder a documentos que se reflejan en esta edición.

En la entrevista el autor mencionó la similitud entre Jaime de Nevares, Francisco-Jorge Bergoglio- y el actual papa León XIV.
“Ellos entendieron que a Jesús se lo encuentra donde sufre la gente” dice y recuerda el camino de cada uno, cercano a los que necesitaron su palabra en cada momento difícil de la vida. Y allí en esos momentos estuvo siempre el obispo Jaime de Nevares.
Junto a los trabajadores, al pueblo Mapuche, a los refugiados chilenos por la dictadura de Pinochet, a los familiares de desaparecidos, integró la CONADEP, su presencia como Convencional Constituyente y su renuncia cuando no coincidió con cambios en la Constitución, fue en 1994, un año antes de partir. Solo es una síntesis de su presencia en tantos rincones de esta Patagonia en la que desarrolló su vocación y demostró su coraje.
Coherencia en lo espiritual y en lo político, eso es lo que tuvo Jaime de Nevares, y quizás por eso se constituyó en un ícono. En tiempos en que esos valores no son tan comunes.
“La coherencia entre la fe y la vida” destaca Hernán Ingelmo que en estas 325 páginas de su libro está su texto propio, y en la otra mitad de la edición la palabra de don Jaime, esos textos inéditos que el autor comparte ahora y que reviven lo que en su vida en Neuquén dejó plasmado el primer obispo de la provincia, dejando una impronta que perdura.